Sin embargo, a veces la realidad supera a la ficción. Desgraciadamente una mujer de Lugo ha sido víctima de la intolerancia y de la barbarie xenófoba.
La Voz de Galicia, ha publicado hoy el caso de una mujer que fue atacada por un inglés, quien la confundió con un monstruo. En un alarde de frikismo, la atacó con una espada templaria.
Esta es la historia oficial, la publicada en los medios. Pero el compromiso con la verdad ha llevado a El Gafapasta más allá, a profundizar en la historia. Fuentes de toda solvencia aseguran a El Gafapasta que el hombre no deliraba, y que la mujer no era tan fea.
Lo que los medios ocultan a la opinión pública es un nuevo ataque por parte de exaltados reaccionarios a una nueva muestra de orgullo friki. Fuentes cercanas a la investigación han confirmado a El Gafapasta que la mujer estaba disfrazada de El Fary, y que el inglés es un agente pagado por una conspiración proveniente del extranjero.Estos hechos luctuosos obligan a El Gafapasta a cancelar el concurso de disfraz informático femenino que tenía intención de lanzar este mes.
Pedimos disculpas a todas las féminas lectoras de El Gafapasta por semejante jarro de agua fría. Entendemos las ilusiones depositadas en este concurso, y el elevado nivel de sofisticación que algunos disfraces estaban alcanzando, del cual adjuntamos un ejemplo.
Sentimos y pedimos disculpas, pero sinceramente entendemos que la prioridad de El Gafapasta tiene que ser la salud y seguridad de sus lectores, por encima de cualquier actividad lúdico-festiva.
La redacción del gafapasta lamenta enormemente todo esto, el concurso de disfraces informáticos seria la piedra angular de toda la programación de primavera.
ResponderEliminarNo obstante nos permitimos un consejo de salud publica, si veis a gente con una espada por la calle y os preguntáis si en lugar del portal de casa era un agujero e gusano espacio-temporal o es un loco, aun a riesgo de equivocarnos, plantearos que es un loco y huid, lo mas rápido que podáis. Si la gallega lo hubiera hecho en lugar de plantearse que estaban en el siglo XII tomando café, ahora no estaría de juicios.